sábado, 2 de marzo de 2013

Dignidad de toda vida humana




Es necesario afirmar con vigor la absoluta y suprema dignidad de toda vida humana. Con el paso del tiempo no cambia la enseñanza que la Iglesia proclama incesantemente: la vida humana es bella y debe vivirse en plenitud también cuando es débil y está envuelta en el misterio del sufrimiento.

BENEDICTO XVI